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Cómo mejorar el mantenimiento de las naves industriales

16 junio, 2025

Writtern by
Bojuna

Si te preguntas por qué deberías realizar un mantenimiento a tu nave industrial te diríamos que hay varias razones:

  1. Asegurarse que todo funcione a la perfección para evitar sobresaltos.
  2. Prolongar la vida útil de los equipos.
  3. Reducir los gastos imprevistos. 
  4. Asegurarle a tu personas un entorno seguro y eficiente. 

Pero, ¿cómo lograrlo?, ¿por dónde empezar? Te contamos algunas estrategias clave para mejorar el cuidado de tu nave industrial y algunas recomendaciones desde nuestro punto de vista y experiencia. 

Implementación de un plan de mantenimiento integral

Lo que se planea con antelación, sale mejor a largo plazo. Esa es una de las ideas principales  a la hora de realizar un mantenimiento exacto con un plan integral que lo abarque todo. Esto implica revisar a fondo la estructura de la nave, sus sistemas eléctricos, la maquinaria y las condiciones de ventilación y climatización. 

Así podrás hacer un plan guía que te permita ver de manera ordenada las revisiones, reparaciones y mejoras.

Cuando pienses en un plan de mantenimiento integral para naves industriales, considera factores como:

  • Frecuencia de uso de cada área o equipo.
  • Ambiente (humedad, temperatura) que puede acelerar el desgaste.
  • Normativas de seguridad o sostenibilidad.
  • Disponibilidad de presupuesto y recursos humanos para cada actividad.

Una vez ya tengas la respuesta a estos factores, podrías iniciar un plan que tenga en cuenta todas las áreas y su complejidad.

Mantenimiento preventivo: programación y beneficios

Aquí el objetivo principal es anticiparse a los fallos. Podrías esperar a que una máquina deje de funcionar, por supuesto, pero el costo será aún mayor. En lugar de esto, puedes programar revisiones periódicas para detectar y corregir pequeñas anomalías. 

¿Y con qué propósito?

  1. Menos paradas imprevistas: evitar cortes bruscos en la producción.
  2. Reducción de costos a largo plazo: prevenir suele ser más barato que reparar una avería grave.
  3. Seguridad reforzada: en muchas ocasiones, un fallo puede poner en riesgo la salud de los trabajadores.
  4. Mayor vida útil de los equipos: revisiones regulares ayudan a conservar las máquinas en mejor estado.
  5. Optimización de recursos: planificar las revisiones permite programar repuestos y mano de obra con tiempo.
  6. Mejor imagen de la instalación: una nave cuidada transmite confianza a clientes y proveedores.

Un consejo extra es tener en cuenta las recomendaciones del fabricante, los datos de uso y experiencia del personal operario para darle orden y prioridad a las máquinas a la hora de realizar el plan de mantenimiento. 

Mantenimiento predictivo: uso de tecnología y análisis de datos

En este método lo esencial está en la tecnología y su uso predictivo gracias a sensores y sistemas de análisis de datos. Básicamente, se supervisa el estado de los equipos en tiempo real para detectar indicios de desgaste o fallos potenciales, como vibraciones anómalas o cambios en la temperatura.

Si eliges este tipo de mantenimiento, no solo reaccionas con anticipación, sino que también optimizas recursos al intervenir exactamente cuando hace falta. 

Herramientas como la termografía, técnica que se utiliza para detectar la radiación (calor) procedente de un objeto, y el análisis de vibraciones ayudan a evitar sorpresas, ya que proporcionan información precisa sobre la condición de cada componente. Aunque requiere una inversión inicial en tecnología y formación de personal, sus resultados suelen compensar con creces el gasto a mediano y largo plazo.

Mantenimiento proactivo: identificación y eliminación de fallos recurrentes

Mientras que el mantenimiento preventivo y predictivo se enfocan en no dejar que surjan averías, el proactivo pretende eliminar de raíz las causas de los problemas. 

¿Qué quiere decir esto?

Se trata de investigar qué está provocando fallos repetidos en un mismo punto y, una vez identificado, hacer los ajustes o rediseños necesarios para que no vuelva a ocurrir.

Por ejemplo, si un motor se sobrecalienta frecuentemente, tal vez es un problema de ventilación en la zona o una pieza defectuosa que requiera un rediseño. 

Mantenimiento preventivo correctivo predictivo

Un mantenimiento que abarque los tres en uno, una combinación ideal para tu nave industrial. 

Aunque la aspiración siempre es prevenir fallos o predecirlos con tecnologías avanzadas, resulta inevitable enfrentarse a situaciones en las que el equipamiento falla de forma imprevista. Ahí entra en juego el mantenimiento correctivo, que implica reparar o sustituir componentes dañados una vez que la avería se ha manifestado.

Lo ideal es encontrar un equilibrio:

  • Preventivo para evitar la mayoría de los problemas.
  • Predictivo para actuar con precisión cuando los datos sugieran riesgo de avería.
  • Correctivo como respaldo cuando, pese a todo, surjan incidentes inesperados.

Áreas críticas de enfoque

Cada nave industrial es única y responde a diferentes condiciones por su uso y su ubicación, es cierto, pero dentro de todas comparten la existencia de ciertas zonas que suelen requerir más cuidado. Identificarlas y priorizarlas te ayudará a proteger mejor tus instalaciones y a asegurarte de que todo siga en marcha según lo previsto.

Mantenimiento de estructuras y cubiertas

La cubierta y la estructura principal de la nave son como la “columna vertebral” de todo el edificio. Si la columna falla, todo puede decaer con el tiempo, así que tu prioridad será revisar de manera periódica estos signos de alerta:

  • Presencia de grietas o deformaciones en vigas y columnas.
  • Signos de corrosión en zonas metálicas expuestas a humedad o productos químicos.
  • Deterioro de tejados, canaletas y sistemas de drenaje que podrían provocar filtraciones.

Sistemas eléctricos y de iluminación

Uno de los sistemas que creemos menos importantes, pero, a la hora de la producción, se vuelve fundamental. 

Nuestro consejo es que compruebes el estado del cableado, la correcta distribución de cargas y la eficiencia de las luminarias. Y por qué no, ir pensando en cambiar a sistemas de iluminación más eficientes, como LED. Esto no solo reduce el consumo energético, sino que también brinda un entorno de trabajo seguro y bien iluminado para tus trabajadores.

Equipos y maquinaria industrial

Sin tu maquinaria al día, poco o nada podrás realizar. Llevar un registro de cada intervención (fechas de mantenimiento, repuestos utilizados, horas de operación) ayuda a programar sustituciones preventivas y a detectar patrones de fallos. Este proceso requiere de mucho orden, pero vale la pena para futuras inspecciones. Además, realizar análisis de vibraciones o revisiones de lubricación con cierta frecuencia evita que un pequeño defecto evolucione en una avería grave.

Sistemas de ventilación y climatización

La calidad del aire en una nave industrial no es un lujo: influye directamente en la salud y la comodidad de los trabajadores, así como en el rendimiento de ciertas máquinas que requieren una temperatura específica. ¿Qué debes hacer en este caso?

  • Sustituir o limpiar filtros de aire regularmente.
  • Revisar la integridad de los conductos y comprobar su limpieza.
  • Vigilar los equipos de climatización para detectar fugas o sobrecalentamiento.

Innovación y mejora continua

La industria evoluciona a pasos agigantados, sin duda alguna, y para mantenerse al día, vale la pena explorar nuevas tecnologías y procesos que puedan optimizar el mantenimiento de tu nave. Esto abarca desde software de gestión de activos hasta sensores de última generación que recopilen datos en tiempo real.

Pero ten presente algo: la mejora continua no se trata únicamente de “tener lo más nuevo”, sino de analizar qué soluciones se ajustan mejor a las necesidades concretas de cada nave, siempre alineadas con los objetivos de producción y las exigencias del mercado.

Análisis de tendencias en mantenimiento industrial

La información, es poder. Por ello, hay que permanecer atentos a los avances publicados en revistas y congresos especializados (por ejemplo, el Journal of Manufacturing Systems o informes de organizaciones como IFMA). Esto te permitirá descubrir cómo otras industrias afrontan retos similares. Este enfoque comparativo ayuda a adoptar rápidamente mejoras que ya han demostrado su eficacia en instalaciones parecidas, reduciendo los tiempos de implementación y las posibles incidencias.

Colaboración con expertos y proveedores especializados

Nuestro consejo en esta área es contar con redes de soporte: proveedores que conozcan a fondo la maquinaria que suministran, especialistas en sistemas eléctricos o expertos en análisis de vibraciones, entre otros tantos.

¿Con qué fin?

Formar alianzas con ellos agiliza la obtención de repuestos, mejora la capacitación del personal y ofrece la tranquilidad de contar con asesoría profesional cuando se presente algún problema complejo.

Inspecciones y revisiones periódicas

Al final del día, de nada sirve un gran plan de mantenimiento si no se llevan a cabo revisiones regulares para verificar que todo marche bien. Estas inspecciones periódicas permiten ajustar las estrategias, detectar problemas potenciales y recopilar información sobre el estado real de la nave.

A fin de cuentas, lo importante es actuar pronto y prevenir mayores fallos. Y, por supuesto, no parar la producción. 

Checklist de elementos a revisar

Para organizar las inspecciones de manera sistemática, te recomendamos hacer una checklist con:

  • Estructuras y cubiertas (grietas, desgaste, corrosión)
  • Sistemas eléctricos (cuadros de distribución, cableado, iluminación)
  • Maquinaria industrial (lubricación, vibraciones, termografía)
  • Ventilación y climatización (conductos, filtros, niveles de temperatura)
  • Vías de acceso y seguridad (señalización, salidas de emergencia)
  • Supervisión de residuos y limpieza general

Esta lista es nuestra sugerencia, pero puede cambiar según las particularidades de cada instalación y, también, le aporta claridad a los técnicos encargados de la inspección a futuro.

Frecuencia recomendada de inspecciones

No existe una única periodicidad válida para todas las naves; sin embargo, se suelen realizar revisiones preventivas cada tres o seis meses, dependiendo del volumen de trabajo y las condiciones de uso. Las revisiones más exhaustivas pueden programarse de manera anual o incluso semestral si la nave maneja procesos críticos.

Como un paso extra: al finalizar cada inspección, conviene reunir al equipo para discutir los hallazgos y posibles acciones correctivas. Este ciclo de evaluación y mejora permite mantener la nave industrial en condiciones óptimas, minimizando riesgos y gastos innecesarios.

Si necesitas ayuda de profesionales, no dudes en contactar con nosotros. En Bojuna contamos con un equipo de especialistas que estudiarán tu caso y te ayudarán a mejorar el mantenimiento de tu nave industrial para que todo funcione a la perfección. 

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